Aunque no parezca, las aplicaciones llevan tiempo entre nosotros. Antes de empezar a diseñarlas, queremos que las conozcas: ¿Cuáles son sus tipos y características? ¿Qué diferencias hay entre ellas y con una web móvil?
Un poco antes de desarrollar la idea de una aplicación hay que tomar una serie de decisiones que marcarán el rumbo del proyecto. En este capítulo te mostramos las diferentes opciones para sacar rédito económico de tu aplicación y el equipo y recursos que necesitarás para seguir adelante.
La cantidad de aplicaciones disponible en el mercado supone una gran competencia, pero también es un desafío y una oportunidad para sobresalir: ofrece algo que diferencie a tu aplicación y que tenga valor para el usuario. Una idea comprobada es el primer paso para conseguirlo.
Es hora de empezar a diseñar, al menos wireframes. Para ello, primero hace falta entender y estudiar
un poco más a los usuarios, saber qué necesitan y cómo el diseño puede responder a sus necesidades.
Todos los sistemas operativos proponen diferentes formas de interactuar con los elementos en pantalla. Conocer la diferencia entre ellos y utilizar elementos familiares para el usuario, asegura que se sienta cómodo y seguro usando la aplicación.
El diseño visual es para muchos diseñadores la etapa más divertida del proceso. Aquí se da vida a los wireframes con un estilo que está marcado tanto por el diseñador como por la personalidad de cada sistema operativo.
Los test de usabilidad son una herramienta fundamental para corregir y mejorar la aplicación. Se llevan a cabo con base en la observación de los usuarios: cómo interactúan con ella y qué tan fácil les resulta usarla.
Una vez definido el diseño de la interfaz, la siguiente etapa —quizás algo más tediosa— consiste en separar y preparar los archivos para que queden listos para el desarrollador. Hacer esto de la forma correcta favorecerá una implementación fiel del diseño.
Como vale la pena aprender de aquellos que ya recorrieron el camino, hemos seleccionado tres apps de cada sistema operativo que para nosotros, por diferentes motivos, han hecho las cosas bien.
Diseñar para tabletas implica mayor responsabilidad para aprovechar el espacio y las circunstancias disponibles. Pasar una aplicación del móvil a su hermana mayor no debe ser una traslación literal, sino medida y con sentido.
El momento estelar de una aplicación llega cuando finalmente es publicada en la tienda y para lograrlo, hay que cumplir una serie de pasos y requisitos. Después del lanzamiento, la historia continúa, escuchando a los usuarios y mejorando la app.