Publicación de la app en las tiendas oficiales
Una aplicación se publica después de la etapa de pruebas, cuando ya se tiene seguridad acerca de su correcto funcionamiento, estabilidad, desempeño y se considera libre de errores, tanto de usabilidad como de diseño.
El proceso de publicación en cada una de las tiendas es una tarea relativamente fácil y está bien documentada. Antes de comenzar, es importante prepararse y disponer de todos los recursos de diseño requeridos y hay que asegurarse de que la aplicación cumpla con las políticas de publicación de las tiendas para evitar que sea rechazada o bloqueada.
Una aplicación puede tardar varios días en ser aprobada, sobre todo cuando es la primera vez que se envía. Hay que tener en cuenta este tiempo, especialmente si se quiere hacer coincidir su salida al mercado con alguna fecha especial del año, como Navidad.
También cabe recordar que la publicación no es gratuita. Tanto en Google Play, como en App Store y en Windows Phone Store, hay que asumir un costo para iniciar el proceso que varía en cada uno de los casos.
En Google Play es necesario pagar 25 dólares por única vez al momento de crear la cuenta para la publicación. En el caso de App Store el pago es mayor, asciende a 99 dólares que, además, deberán pagarse anualmente; esta situación es idéntica a la que se presenta para desarrolladores de Windows Phone.
Crear la cuenta para publicación y realizar el pago correspondiente, permite acceder a una serie de herramientas de gestión y estadísticas sobre la cantidad de descargas de la app y su monetización.
Imágenes y elementos promocionales
Cuando se publica una aplicación, no solo debe subirse el archivo de la app, sino también aquellos elementos que la acompañarán en la página promocional de la tienda y que, en la mayoría de los casos, se trata de capturas de pantalla, textos descriptivos, íconos de lanzamiento e imágenes.
La importancia de preparar bien estos recursos radica en que serán visibles al público y servirán como herramientas de promoción y comunicación, lo cual puede ser determinante para la descarga de la aplicación. Textos e imágenes deben cuidar hasta el último detalle y cumplir con los requerimientos de cada una de las tiendas en cuanto a formato, dimensiones y resoluciones.
En el caso particular de las capturas de pantalla, es conveniente elegir las más representativas y atractivas de la aplicación. Si una pantalla no dice algo significativo de la app, la recomendación es no incluirla. También se puede aprovechar para incluir otros gráficos que expliquen el funcionamiento de la app o refuercen el concepto que se quiere comunicar.
Cuando el contenido de las pantallas incluya nombres de personas o lugares, fotos o títulos, es aconsejable reemplazarlos por datos que simulen lo mejor posible una situación real, para que estas no luzcan como pantallas creadas durante los test de la aplicación.
Aunque pueda parecer un detalle menor, también es bueno tener en cuenta que la barra de estado superior del teléfono operativo debería estar lo más limpia posible de íconos que distraigan la atención del contenido principal —por ejemplo correos sin leer— aunque para ello haga falta retocar ligeramente la imagen y hacerla más presentable.
Se aconseja darle importancia a la elección de estos elementos ya que, junto al ícono de la app, son gráficos fundamentales para convencer al usuario: muchos de ellos tomarán la decisión de descargarla por lo que vean aquí.
El proceso de aprobación
Subir una aplicación no garantiza que esta sea publicada, ya que debe someterse a un proceso de aprobación que es diferente en cada tienda.
El proceso en Google Play es más abierto y tolerante con una ventaja evidente: la mayoría de las aplicaciones son publicadas, a menos que incumplan claramente alguna de las políticas de la tienda, caso en el cual pueden ser retiradas y en última instancia, si la situación lo requiere, puede ser suspendida la cuenta del desarrollador. Por supuesto, esta facilidad para publicar significa que pueden encontrarse muchas aplicaciones de dudosa utilidad entre todas las alternativas que ofrece la tienda.
Por el contrario, en App Store la aprobación es especialmente rigurosa, con una política pensada para garantizar cierto estándar de calidad en la publicación de aplicaciones, pero que en algunos casos puede rozar la exageración.
La guía completa de causas de rechazo está disponible al entrar a la cuenta de desarrollador. Solo por nombrar algunas, podemos mencionar aquellas que hacen referencia al contenido no original o similares a otras existentes, aplicaciones que no estén terminadas —por ejemplo si están en forma de demostración o prueba— o que representen una ofensa para personas, religiones o incluyan contenido inapropiado para niños.
En el caso de Windows Phone, la aplicación también debe pasar un proceso de certificación en el cual se verifica que cumpla las normas de la tienda. Los aspectos más importantes a tener en cuenta para que una app sea aprobada son la apariencia general —que no deje lugar a dudas sobre a qué sistema operativo pertenece, no contenga adornos ni elementos innecesarios y haga buen uso de los botones de sistema— y la calidad del contenido.
Publicación o distribución fuera de las tiendas
La opción de distribuir las aplicaciones a través de las tiendas oficiales es, sin duda, la más recomendable, ya que este sistema está apoyado en un mecanismo que se ocupa, entre otras cosas, de proveer los recursos necesarios para gestionar los pagos por descarga y dentro de la aplicación, así como también la publicidad. Sin embargo, no es el único camino.
Las alternativas a Google Play
Android tiene varias opciones si se quiere evitar —o complementar— la publicación en Google Play, ya que esta no es la única forma. Existen otras tiendas que también ofrecen descargas de aplicaciones para este sistema operativo, como la tienda de apps de Amazon o Samsung.
Alternativamente, se puede proponer la descarga directamente desde un sitio web. Con un enlace al archivo de la aplicación, cualquier persona puede descargar e instalar una app en su teléfono sin problemas. El único requisito es que el usuario debe tener habilitada en la configuración del móvil la opción de instalar aplicaciones de terceros.
Otra forma de distribuir una aplicación en Android es a través del correo electrónico. Por tratarse únicamente de un archivo, puede enviarse fácilmente por este medio para que las personas la instalen. Si estas tienen la configuración lista para instalar aplicaciones, el botón «Instalar ahora» aparecerá en el mismo correo.
Esta opción es recomendable para usuarios de prueba y de confianza, y cuando se quiera mantener cierta independencia de las tiendas, con las limitaciones que ello implica. Claramente, el mayor inconveniente que presenta es que deja vía libre a la piratería y distribución no autorizada, ya que cualquier persona que cuente con el archivo puede enviarlo a un tercero, sin contar con el consentimiento para hacerlo.
iOS y Windows Phone, solo para pruebas
En el caso de iOS y Windows Phone la distribución independiente no es tan libre y masiva. Antes de ser incluida en App Store o en Windows Phone Store, la aplicación puede enviarse a usuarios individuales, pero previamente deben ser autorizadas, una por una, las cuentas de las personas que vayan a usar la app en su teléfono.
Esta forma de distribuir la aplicación no tiene otro fin más que ponerla a circular dentro de una empresa o hacerla llegar a un grupo selecto y limitado de usuarios, que pueda probarla y dejar comentarios antes de que la aplicación salga públicamente al mercado. Esta práctica es recomendable especialmente para garantizar un buen funcionamiento en diferentes terminales y versiones de sistemas operativos.
Después del lanzamiento
El trabajo en una aplicación no termina una vez que esta ha sido lanzada y está publicada en las tiendas. De hecho, ahí comienza una etapa más emocionante porque el producto está en manos de usuarios reales. La app se ha puesto su traje y finalmente está en la calles.
Esto significa que quienes la usen empezarán a compartir su experiencia e impresiones que, junto con las estadísticas de uso y descargas, servirán como referencia para mejorar la aplicación y corregir aquellas fallas de diseño o funcionalidad que, a pesar de los esfuerzos anteriores, se pasaron por alto.
Este tipo de mejoras conducirá a aumentar la calidad de la aplicación, lo que a su vez, se traducirá en un mayor número de descargas y más comentarios positivos. Los usuarios son quienes corren la voz de la aplicación y es mejor mantenerlos contentos. De la misma forma, las opiniones de la prensa y medios especializados pueden derivar en más descargas.
Comentarios de los usuarios
Una buena forma de retroalimentación son las opiniones de los usuarios. Y esto no se refiere solamente a los comentarios —casi siempre positivos— del círculo de amigos, sino a aquellos que provienen de personas que no tienen nada que ver con nuestro entorno.
Una vez subida a la tienda, cada aplicación recibe valoraciones y reseñas. Aunque no todas son de gran ayuda, es importante prestar atención a estos comentarios para identificar entre ellos los que sean de verdadera utilidad.
Nadie mejor que los usuarios que ya han descargado la aplicación para —queriendo o no— hacer pruebas con ella. Reportes de fallos funcionales, opiniones sobre diseño o usabilidad, entre otras cosas, pueden encontrarse entre los comentarios de usuarios; seguirlos, es una buena herramienta para mejorar constantemente la app.
Analíticas de uso
Tal como suele hacerse en la web, también es posible recopilar datos estadísticos sobre el uso de la aplicación, a través de herramientas analíticas pensadas especialmente para móviles.
Las analíticas permiten estudiar el comportamiento de los usuarios al usar la aplicación, como patrones de navegación e interacción, entre otros. De esta forma, puede saberse, por ejemplo, cuáles fueron las pantallas más visitadas y cómo llegaron a ellas. También es posible conocer con cuáles botones y otros elementos interactúan más los usuarios. Otra información que puede ser de utilidad y se obtiene por medio de analíticas es el tiempo de retención, es decir, la cantidad de tiempo que pasan los usuarios dentro de la app.
Sin embargo, de toda la información que puede obtenerse sobre el uso de la aplicación, es importante centrar las analíticas en aquellos indicadores clave —Key Performance Indicator o KPI— que tengan sentido para el tipo de app que se ha desarrollado. Como vimos anteriormente, existen diferentes clases de aplicaciones y cada una de ellas requiere métricas distintas. Por ejemplo, para un juego puede ser importante estudiar el tiempo de retención y la cantidad de veces que el usuario vuelve a abrirlo. Pero en el caso de una red social, sería más interesante analizar cuántos contenidos nuevos se publican o cuántas veces son compartidos.
Obtener la información correcta conlleva a hacer un uso más eficiente de los datos. Un estudio a conciencia de las analíticas, se traducirá en una serie de mejoras que podrán estar disponibles en futuras versiones o actualizaciones de la app, refinándola y mejorándola cada vez más.
Una vez que se tiene el panorama más o menos claro, puede empezarse a usar analíticas de forma inmediata, incluso, mucho antes de que la aplicación salga al mercado. Esto es especialmente útil cuando existen versiones alfa o beta de la app que se distribuyen antes de estar oficialmente disponible en las tiendas. Igualmente, integrar las analíticas con anticipación es una buena forma de enterarse si se han instalado correctamente, verificando que los primeros datos obtenidos tengan el aspecto deseado. Es altamente recomendable que en el momento de hacerla pública, la aplicación ya tenga las analíticas preparadas para obtener información desde el minuto cero.
En el mercado existen diferentes herramientas que permiten gestionar analíticas. Algunos ejemplos son Google Analytics, Mixpanel, Flurry o Localytics. Con características diferentes, elegir una u otra, dependerá de ciertos parámetros como la información que permiten obtener, su costo o la cantidad de usuarios que tendrá la aplicación.
Promoción
Para conseguir el mayor número de descargas posibles es necesario promocionar la aplicación, para que los potenciales usuarios se enteren de su existencia y la conozcan. Las diferentes tiendas se ocupan en parte de esta tarea; sin embargo, no se les puede dejar todo el trabajo de promoción a ellas o a los buscadores que deben encontrar la app. Existen otras formas de hacerlo por cuenta propia: a través de campañas de marketing, anuncios en Internet o reseñas de la app en blogs especializados.
Una forma muy eficaz de promocionar una aplicación es por medio de un sitio web que, contrario a las webs corporativas o de otro tipo de productos, no tiene porqué ser demasiado complejo ni contar con muchos niveles de navegación.
Es indispensable contar con una estructura mínima pero bien trabajada. La landing page es la página donde «aterrizarán» aquellos internautas que hayan dado con la dirección web de la aplicación. En esta página es necesario responder algunas preguntas iniciales que pueda tener el visitante ocasional: ¿Qué hace la aplicación? ¿Es gratis? ¿Para qué teléfonos está disponible? La gráfica y el mensaje utilizados deben ayudar a despejar estas dudas en el menor tiempo posible.
En el caso de Android, que permite la descarga independiente de la tienda, otra función del sitio web es servir como canal de distribución, proveyendo enlaces para obtener la app directamente.
No obstante, la mejor opción es usar la página inicial como puente para llegar a la tienda donde se encuentra la aplicación. Cada una de las tiendas ofrece diferentes elementos promocionales con su identidad para incluir en la web, como botones de descarga entre otros.
Las actualizaciones
Las observaciones que se obtienen a través de los comentarios y estadísticas de uso, se transforman en una serie de mejoras que pueden implementarse en la aplicación. Es entonces cuando deja de existir solo la versión inicial y se tiene una app mejorada, lista para sustituir a la anterior. Esto es posible a través de las actualizaciones.
Cuando lo que se ha corregido en la app son fallos realmente graves, que impiden el uso futuro de la aplicación, puede realizarse lo que conocemos como «actualización forzosa». Como el nombre lo indica, es aquella que obliga a los usuarios a descargar la última versión. El riesgo de este tipo de actualizaciones es que puede hacer que algunos usuarios dejen de usar la aplicación porque no quieren actualizarla y tampoco pueden usar la versión que tienen instalada. En otros casos, la descarga de las actualizaciones suele ser opcional y puede realizarse cuando el usuario lo prefiera.
Las actualizaciones generalmente responden a un ciclo de desarrollo, que dura una determinada cantidad de días, al cabo del cual se liberan. De esta forma, se va trabajando en la prueba e implementación de cambios futuros que resultarán en una nueva versión de la aplicación. La ventaja de esta forma de trabajar es que se realiza una mejora constante de la app y los usuarios saben que pueden esperar una versión mejorada cada cierto tiempo.
En Android y iOS las aplicaciones se actualizan automáticamente, evitando al usuario la preocupación de tener las últimas versiones de las apps instaladas. Por el contrario, en Windows Phone sigue siento necesaria su intervención, ya que el usuario tiene que actualizar manualmente las apps, cuando el SO así se lo indica con una notificación visual.
Es importante recalcar que subir una nueva versión de la aplicación a la tienda de Apple o de Microsoft obliga a someterla nuevamente a la revisión del cumplimiento de las políticas por parte de estas tiendas. En el caso de Google Play, como hemos comentado, el proceso es más simple y directo.