Aunque ni siquiera alcanza los 30 años, Loren ya tiene una carrera digna de envidiar. Hace unos años pasó por Apple, donde ayudó a diseñar el software que llevó el primer iPhone, y él mismo nos cuenta su aporte a ese proyecto:
Mi trabajo fue muy abajo en la pila de software, escribiendo el código gráfico de bajo nivel, lo cual permitió que mecanismos de interfaz de más alto nivel pudieran funcionar. Fue un honor formar parte de ese proyecto.
Apple no fue la única empresa grande donde trabajó; después de su paso por la compañía de la manzana, formó parte de la plantilla de Twitter, a donde llegó impulsado por el éxito que había cosechado con Tweetie, un proyecto personal en el que incorporaba algunos elementos de diseño que llamaron la atención de la red de microblogging.
Actualmente, Brichter trabaja desde Filadelfia en Atebits, su propia empresa, alejado del epicentro de la tecnología en nuestros días, Silicon Valley.
Has trabajado tanto en grandes empresas como por tu cuenta, en Atebis. ¿Qué has aprendido de esta experiencia?
Aunque he trabajado para dos compañías increíbles, Apple y Twitter, creo que disfruto más trabajando para mí mismo. Esto requiere un tipo de disciplina diferente y por supuesto, echo de menos algunos recursos que las grandes empresas pueden proveer; sin embargo, ¡es emocionante trabajar en algo sobre lo cual tienes completa libertad!
La última aplicación de Loren se llama Letterpress, un juego en línea que permite formar palabras usando letras definidas al azar, desafiando a oponentes en cualquier lugar del mundo. La aplicación ha tenido tanto éxito, que ha sido usada por Apple como ejemplo en las promociones del iPad mini.
Esto se debe tanto a la experiencia de uso, como a la sana adicción que ha generado en los usuarios, el famoso engagement que muchas aplicaciones buscan conseguir. Su interfaz es bastante limpia, basada en el blanco y poniendo a los bloques de letra, auténticos protagonistas del juego, como centro de atención.
Al momento de lanzarse Letterpress, su diseño de interfaz no estaba demasiado apegado a la personalidad de un iOS en el que, por entonces, predominaban relieves, sombras y texturas. Por esta razón, le preguntamos si piensa que este estilo más independiente y abstraído de la estética de la plataforma puede ser una tendencia que otras aplicaciones imiten en el futuro:
El mercado es relativamente joven y estamos empezando a ver cómo surgen algunas convenciones, pero la innovación aún se está extendiendo por todos lados. Por mi parte, estoy tratando de identificar buenos patrones para extrapolarlos; descubriendo nuevas e interesantes maneras de interactuar con los dispositivos.
Estamos seguros de que tienes un montón de ideas de apps en la cabeza. ¿Cómo te das cuenta cuando una de ellas es lo suficientemente madura como para convertirse en un proyecto?
Sería como el arte versus porno, simplemente te das cuenta cuando lo ves. Hay grados de maduración. He tenido algunas ideas con el potencial para ser productos viables, pero Letterpress parecía tener un buen conjunto de atributos que harían divertido lanzarla al mundo en ese momento.
Dos consideraciones importantes son: ¿otras personas la encontrarán divertida y útil? ¿puede ser finalizada? Es muy difícil marcar un límite en la versión 1.0. Es importante que la idea pueda llegar hasta ese punto.
Loren Brichter es también el creador de «soltar para actualizar», una función que se ha masificado y ha llegado a utilizarse en muchas aplicaciones, incluidas Facebook, Path y Pinterest, entre otras. Lo mismo sucedió con «deslizar sobre una fila» para mostrar más opciones o los paneles laterales, que también inventó.
Como esos, hay muchos otros mecanismos de interacción que, aunque no han salido de la cabeza de Loren, están siendo usados constantemente; un ejemplo son las listas de navegación a las que se llega a través del famoso «botón hamburguesa».
Desde una perspectiva de alto nivel, es divertido ver cómo ideas como esa se diseminan y evolucionan en el ecosistema. Honestamente, soy un fan del panel de navegación apilada: convierte un concepto abstracto en algo físico y real. Estoy seguro de que veremos muchos más experimentos siguiendo esta misma línea, diseños que aprovechen nuestra expectativa de realidad física para hacer interfaces más intuitivas.
A todas luces, hablamos de un personaje muy inquieto, que constantemente está pensando en nuevas ideas y eligiendo unas pocas que se convertirán, según refleja su historial, en productos exitosos.